Se reúne desde Mayo del 2012 para acompañar la vocación de los Seminaristas y Sacerdotes beneficiarios de la Fundación, con un Rosario mensual.
Marzo 8 del 2014: En el Rosario mensual que ofrece la Fundación Padre Jaime por las vocaciones Salesianas de los Seminaristas y Sacerdotes que apoya la misma, con la presencia del Padre Martín, despedimos al Padre Ricardo quien estuvo por 37 años como misionero en Colombia y quien desde ahora trabajará con la Inspectoría de México. Fue un encuentro de oración iniciando la Cuaresma, de cariño y gratitud.
Madre del Niño Jesús, que estuviste con Él al comienzo de su vida en Belén, Egipto y Nazaret hasta el comienzo de su misión, lo buscaste como Maestro entre la muchedumbre, lo acompañaste en la cruz, exhausto por el Sacrificio único y eterno, y tuviste a tu lado a Juan, como hijo tuyo: Acoge desde el principio a los llamados al Sacerdocio, protégelos en su formación y acompáñalos en esta Navidad, en su vida y en su Ministerio, Madre de los Sacerdotes! Amén.
ORACIÓN
Señor, dame tú la Maestra
que te enseñó a amar.
Que fue la misma que enseñó a Don Bosco
la presencia encarnada y el mensaje pascual.
Que yo aprenda, Señor a ESTAR PRESENTE,
con tu luz, tu sonrisa y tu bondad,
como Don Bosco en el campo que nos diste
SIN CANSARME DE AMAR. ( P. Jaime Rodríguez F SDB).
Dios Todopoderoso y eterno, mira con amor el rostro de tu Hijo y por amor a Él que es el Sumo y Eterno Sacerdote ten misericordia de tus Sacerdotes.
Acuérdate ¡oh compasivo Señor! que ellos no son sino frágiles y débiles seres humanos. Remueve en ellos el don de la vocación que de modo admirable se consolidó por la imposición de las manos de tus Obispos.
Mantenlos siempre cerca de ti. No permitas que el enemigo les venza, para que nunca se hagan partícipes de la más mínima falta contra el honor de tan sublime vocación. Señor Jesús, te pido por tus fieles y fervorosos Sacerdotes así como por los Sacerdotes infieles y tibios; por los Sacerdotes que trabajan en su propia tierra o los que te sirven lejos, en lugares o misiones distantes; por tus Sacerdotes tentados, por los que sienten la soledad, el tedio o el cansancio; por los Sacerdotes jóvenes o por los que estén a punto de morir así como por las almas de Sacerdotes en el purgatorio.
Pero sobretodo, te encomiendo los sacerdotes que más aprecio: el Sacerdote que me bautizó o me ha absuelto de mis pecados; los Sacerdotes a cuyas Misas he asistido y me han dado tu Cuerpo y Sangre en la Comunión; los Sacerdotes que me han aconsejado, me han consolado o animado y aquellos a quienes de alguna forma les estoy más en deuda.
Oh Jesús, manténlos a todos cerca de tu corazón y bendícelos abundantemente en el tiempo y en la eternidad. AMÉN. (Richard Cardenal Cushing).
Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, JESÚS.
Gozosos
1. Que fue encarnado por obra del Espíritu Santo.
2. Que María llevó a su prima Santa Isabel.
3. Que nació en el portal de Belén.
4. Que María presentó en el templo.
5. Que María buscó y halló en el templo.
Luminosos
1. Que por San Juan Bautista fue bautizado en el Jordán.
2. Que se manifestó en las bodas de Caná.
3. Que nos anunció el Reino de Dios.
4. Que se transfiguró en el monte Tabor.
5. Que instituyó la Eucaristía.
Dolorosos
1. Que por nosotros sudó gotas de sangre.
2. Que por nosotros fue flagelado.
3. Que por nosotros fue coronado de espinas.
4. Que por nosotros cargó la cruz.
5 Que por nosotros fue crucificado.
Gloriosos
1. Que resucitó de entre los muertos.
2. Que subió a los cielos.
3. Que nos envió el Espíritu Santo.
4. Que te resucitó y te recibió en el Cielo.
5. Que te coronó en el Cielo.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. AMÉN.
Madre de Jesucristo,
que estuviste con Él al comienzo de su vida y de su misión,
lo buscaste como Maestro entre la muchedumbre,
lo acompañaste en la cruz,
exhausto por el Sacrificio único y eterno,
y tuviste a tu lado a Juan, como hijo tuyo:
acoge desde el principio
a los llamados al Sacerdocio,
protégelos en su formación
y acompaña a tus hijos
en su vida y en su Ministerio,
oh Madre de los Sacerdotes.
Amén (Juan Pablo II)